¿Había corridas de toros en la Edad Media?
sí, existía la fiesta de los toros en la Edad Media. Aunque no como se conocen en la actualidad. Prueba fehaciente de ello son las crónicas y testimonios de la época.
sí, existía la fiesta de los toros en la Edad Media. Aunque no como se conocen en la actualidad. Prueba fehaciente de ello son las crónicas y testimonios de la época.
Se trata de un magnífico animal que ha
provocado fascinación desde la antigüedad, arraigada en nuestras costumbres
desde tiempos remotos. Aunque es en la edad media cuando el espectáculo se
sitúa, fundamentalmente, en un enfrentamiento entre el hombre y el animal, en
donde los caballeros se exhibían y lograban vencerlo.
Ya existe documentación escrita sobre los
festejos con toros de finales del Siglo XIII, en las cantigas de Alfonso X. Se
mencionaba como eran hostigados y asaetados con lanzas, flechas y espadas por
los caballeros.
En tiempos de Alfonso XI, en el
enfrentamiento de la fiesta de toros los caballeros trataban de lucirse para
hacerse un buen nombre. Se trataba de fiestas urbanas de prestigio. El cambio a una fiesta popular llegaría más
tarde, durante el Siglo XVI, cuando ya toman parecido a la actualidad. De hecho,
es en el año 1546, cuando comenzaría a denominarse como corridas de toros.
Es muy elocuente la documentación del
Mayordomazgo del Ayuntamiento de Sevilla que trata sobre la adquisición, de
nada más y nada menos, de 200 toros para celebrar fiestas en la ciudad, durante
ese período de transición citado. Es decir solamente para Sevilla, una buena
parte procedentes de Utrera y Alcalá de Guadaira. Evidentemente ya era todo un
negocio este tipo de ganadería.
Aunque también tiene historia la postura
antitaurina. En el mismo Siglo XVI algunos obispos españoles expresaron su
deseo de prohibir estos espectáculos en el Concilio de Trento, porque lo veían
como una vuelta al paganismo. No se determinó nada al respecto y se dejó al
arbitrio de las autoridades eclesiásticas españolas la decisión. Más tarde, en
el Siglo XVIII, sufrieron distintas prohibiciones. Carlos III incluso llegó a
suprimirlas después de los argumentos del ilustrado Conde Aranda.
Aunque no he tratado de hacer una exposición
a favor o en contra, no sería este el lugar, solamente se trata de narrar
curiosidades de nuestro pasado. En esa dirección, me quedo con la frase del insigne
filósofo, Ortega y Gasset, “No puede
comprenderse bien la historia de España sin haber construido la historia de las
corridas de toros”. Para concluir se hace referencia a dos curiosidades
sobre la fiesta de los toros en la Edad Media.
Festejos que también aparecen en el reino
nazarí de Granada. En el Siglo XIV, en
tiempos de Yusuf I, relata el visir, historiador y poeta, Ibn al-Jatib, sobre
los lugares de recreo y esparcimiento cercanos a la Alhambra: “en el que los caballeros, así moros como
cristianos, solían ventilar sus recíprocos agravios y, querellas, la plaza de
torneos, corridas de toros con perros alanos y otras fiestas”.
Afortunadamente esa costumbre, utilizando los
perros para rendir al toro, cae en desuso desde el último tercio del XIX. Hacía
la función de los actuales picadores, restándoles la fuerza.
Por otra parte, en la Crónicas de Enrique IV
de Castilla, aparece una “indiscreta” anécdota sobre estos festejos. En ella se
narra que estando el rey un día que corrieron toros, la reina, Doña Juana de
Avis, conocida como la "reina adultera",se encontraba muy enojada y ordenó que ninguna de sus doncellas lo viese.
Doña Guiomar de Castro, también portuguesa y amante de Enrique IV, no quiso
obedecer. Así que se subió a la torre donde estaba el rey y la corte, para
desde allí ver los toros. Así que la reina espero en la escalera por donde
tenía que bajar su doncella y tomándola por los cabellos le arreo muchos golpes
con “chapin”, en la cabeza y en la espalda. El rey, ante los gritos de Doña
Guiomar, llegó a todo “priesa”, sujetando a su esposa por el brazo y le dijo: “¿bien os ha parecido esto? La reina se
quedó tan turbada que estuvo más de una hora en el suelo amortecida.
Tras este suceso, para no provocar el enojo
de la reina, el rey acordó aposentar a Doña Guiomar fuera de palacio, En
definitiva, a lo que íbamos, cosas de esa época y de las historias de las corridas.
Especialmente no me gusta ese deporte, pero he de reconocer que se me hace interesante. Saludos desde México.
ResponderEliminarClaro que existían, en toda Europa, asi como otros "espectáculos" con animales. De ahí la "San Pío V: Bula «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» (1567)" donde se prohibian estos festejos aunque en este país no le hicieran mucho caso. La gente era muy bruta entonces, no como ahora... XD
ResponderEliminarY la Santa Inquisición ¡Como podríamos entender la Historia de España sin la Santa Inquisición!
ResponderEliminarLos toros no son españoles, son francoalemanes como todos los reyes que hubo y hay en España que establecen divertimentos a costa de los animales en paralelo con el resto de Europa como las cacerías o las justas caballerescas medievales que no son otra cosa, son los Austrias los que finalmente imponen los toros de moda como divertimento aristocrático popular, pero los Austrias no son españoles sino francoalemanes. Es la representación del mito romano mitraico por eso lo denuncian como paganismo.
ResponderEliminarY por supuesto menos aun son andaluces
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