Esta la historia de una hermosa mujer de carácter sin igual, toda una mujer que no dejaba en el campo ni una flor. Y ahora anda deambulando en el inframundo porque se vio atrapada por mis travesuras.
¿Qué porque me fije en ella? ¿Es que acaso saben ustedes que es la desesperación por la pasión? Pues se asemejan a un intenso dolor que recorre cada poro de tu piel, pues se produce cuando no puedes arroparte con el cuerpo de tu amante por un deseo salvaje provocado por mis artes. Que lo voy a hacer, soy Cupido, casi fue sin querer. Mientras ahora sus amantes lloran amargamente ante su tumba, mientras ella anda confundida sin rumbo en el inframundo y no tengo el poder para rescatarla.
Esa mañana no sería igual que otras mañanas, es cierto que me había fijado en el dibujo apetitoso de su cuerpo, preparé mi arco, de mi carcaj uno de mis dardos embriagado de esa pócima de amor, tensado la cuerda, el objetivo me llenaba de gozo y satisfacción. Todos los hombres y la mujeres se volvían a mirarla cuando pasaba por su lado y ella no miraba hacia atrás. Todos y todas sentían su embrujo y eso atrajo mi atención.
Ella estaba acostumbrada a romper corazones, de tiernos hombres y tiernas mujeres, y mi dardo de amor certero le llegó de forma repentina, cuando miraba entretenida a dos jóvenes mujeres que estrechaban su manos en un parque y las miradas de la una a la otra pareciera que desprendiera sofoco carnal.
Lo primero que notó fue la desazón, las dos jóvenes no se habían fijado en ella, no era la costumbre. Volvió sus pasos una y otra vez por delante de ellas, aunque para las miradas de la una a la otra no había nada más en el mundo, pareciera que el tiempo su hubiese detenido y en sus labios dibujaban un gozo sensual sin igual. Ella que tantos corazones había destrozado, en ese momento era prisionera del influjo de mis artes en el amor y sentía un ardor en su interior que nunca antes había sentido.
¿Saben ustedes que es el desamor? Ese que se crea cuando eres consciente de que no puedes poseer a la persona que deseas. Lamento que esas sean las contradicciones de mis dardos de amor cuando te llevan a la desesperación, lean el prospecto de mi medicamento, indica claramente que ocurre muy rara veces. Es verdad que cuando ocurre, cuando ocurre... porque el desamor es una fuerza que no se puede controlar, que no deja lugar para el escape.
Ella taciturna, vagaba por el parque cada día, dejó su trabajo, ya no se cuidaba, ya los hombres y mujeres no volvían la vista atrás para desearla, su pelo descuidado, su mirada pérdida, hasta que un día ya no estaba en el parque, pérdida anda buscando en el inframundo.
Que tal vez hubiera merecido un castigo, como que me dejasen atado y olvidado en un bosque solitario por mis travesuras, tengo que decir dos cosas como atenuantes. La primera que la “cosa” está difícil, encima sin pasión puede crear un efecto desestabilizador del mercado erótico de internet. Por el otro, recomiendo que vuelvan la vista hacia atrás cuando alguien se fije en ustedes, lo normal debiera ser que mis flechas cobrasen sentido y fueran bien aprovechadas por los hombre y mujeres en una desatada pasión que solo pretende hacerles suspirar.
En conclusión, eso que soy Cupido que no olviden que hay que mirar hacia atrás y que hay que hay que ofrecerse en el amor.
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