De nuevo en el lugar
acordado, temiendo que llegarás tarde a la cita. En mi mente recreo cada
instante de la última vez que estuvimos juntos.
El recuerdo de tu pelo
largo extendido de tal forma por tus hombros... como una quimera que pretende que respire y no puedo respirar. Porque es la ilusión del aire entrando en mis pulmones
pleno de tu aroma y me cuesta tanto respirar.
Espero en el lugar
acordado y me doy cuenta que ya no soy nadie si no te puedo sentir muy cerca de
mí. Tan cerca que mis manos se vinculen con tu cuerpo y tus manos se vinculen
con mi cuerpo.
Ya no soy nadie y tu
retraso deja profunda llagas en mi
cuerpo. Porque nadie puede apaciguar mi profundo dolor cuando ya sé que
no estarás cerca de mí.
Ya se alejan los recuerdos
del día de mi muerte. Y ahora, como cada día, yago tendido sin vida esperando
de nuevo tu llegada en el lugar acordado, ya no soy nadie sin tus caricias y
besos y no llegarás.
Se acerca la noche y mi
alma errante de nuevo merodeará los rincones buscando a los amantes atrevidos
que se citan por deseo carnal,
envolviendo sus cuerpos buscando que me lleven a lo que ya no puedo ser. Y me
provocan tanto dolor los gemidos.
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