sábado, 24 de mayo de 2014

El Derecho a Decidir.

Hoy es el turno de la jornada de reflexión, día ante de elecciones, ya queda cerrada la campaña electoral, la ley es explícita en este sentido, no se puede pedir el voto para nadie, desde luego no es esa mi intención, ya que pretendo argumentar sobres los derechos. No obstante, no sólo de derechos viven las personas, es necesario poner en el tapete los deberes que nos afectan como ciudadanos, resulta también necesario comprender que una cosa sin la otra deja de tener sentido.

El derecho a decidir está desarrollado en nuestra Constitución de forma categórica, el poder elegir libremente nuestros representantes públicos por sufragio universal. Auque no sólo el derecho a decidir, nos situamos en un Estado constitucional y democrático, nuestro ordenamiento jurídico regula un conjunto de derechos, los derechos fundamentales, que tienen un estatus especialmente reforzado. Además la Constitución de 1978 establece la apertura al Derecho Internacional en lo referente a tratados internacionales de derechos humanos, tanto es así que la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, como la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, han sido ratificados en nuestro país y forman parte de nuestro ordenamiento jurídico.

En la actual situación de crisis, con la actual perdida de confianza en nuestras instituciones democráticas, con la actual desconstrucción social y el camino hacia atrás recorrido en los últimos años, parece evidente que en algunos aspectos hablamos de papel escrito que no tiene valor para las personas, que no se cumplen.

Creo firmemente que parte de la disonancia entre lo que está escrito y la realidad, se debe a que no se regula con la misma rotundidad los deberes de los ciudadanos que los derechos. Y lo digo en el buen sentido de la palabra. Por ejemplo, debiera ser de obligado cumplimiento los programas electorales, entendiendo que una cosa es no poder llevarlo a cabo, no tener las soluciones necesarias y concretas o la organización adecuada, otra distinta, como ocurre en muchas ocasiones, es que se camine en el sentido totalmente contrario a las propuestas electorales. Debería ser denunciable y debería regularse que quienes quisieran presentarse a unas elecciones llevarán programas concretos y reales, fuera de mentiras y quimeras, cuando son utilizadas con malas artes con el objeto de entrar en el poder.

Cuestión que puede tener un sentido práctico, no hablo de utopía, de hecho la dimensión que toma en nuestro país es impensable en otros países con democracias más asentadas. Voluntad política, sería el factor determinante, se debe caminar en esa dirección, de hecho con los dineros gastados en la propaganda política se podrían desarrollar programas más concreto y honestos, más reales, entregados ante las juntas electorales, igual que se entrega las listas de candidatos. Podemos decir que estas cosas no dejarán nunca que ocurra, o podemos caminar al colegio electoral y levantar los brazos, para usar nuestro voto de una manera crítica.

De la misma forma es necesario el desarrollo de esos deberes hacia el camino de más control de quienes son servidores públicos, de hecho está regulado por Ley un código de conductas, principios y deberes para los empleados públicos, falta extenderlo para quienes se dedican a la política, para ello hace falta la voluntad política mencionada, también la conciencia de los ciudadanos que la democracia la formamos todos y quienes son servidores públicos deben responder con controles democráticos y responsabilidad.


Así, para concluir, debemos adquirir una conciencia democrática, tenemos que aprovechar el derecho a decidir, el poder elegir nuestros representantes libremente, lo que cada uno crea más conveniente, así debe ser, para promover los cambios necesarios. No obstante este derecho no puede ir sólo, tiene que estar acompañado de su deber correspondiente, la obligación de acudir a las urnas a votar, es viable regularlo, con los medios informáticos existentes sería tan fácil, por ejemplo, que conllevara una sanción administrativa quienes no acudieran a votar, más fácil que el mecanismo de un botijo y los gastos estarían amortizados, obviamente quienes no puedieran justificarlo de manera real. De la misma manera que tienes que forma parte de la mesa electoral obligatoriamente si eres llamado para ser Vocal o Presidente. De la misma forma que protestamos en la calle, en la tienda, en los bares y algunos en las plazas, debemos adquirir conciencia que construir una sociedad más justa es una responsabilidad que nos compete a todos, así como entender que para disfrutar de derechos democráticos tenemos que responder a nuestras obligaciones democráticas de la misma manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario