OTROS TEMAS DE CURIOSIDADES Y MITOS DE LA EDAD MEDIA
¿Eran permitidas las relaciones homosexuales en la Edad Media?
El término en sí no nace hasta el XIX, claro está que
siempre han existido relaciones de personas del mismo sexo. Curiosamente el término
“gay” procede de la Edad Media y proviene del provenzal.
Aunque en un principio las relaciones entre dos personas del
mismo sexo fuero más “toleradas”, el entrecomillado aludido nos lleva a
posiciones como las de Juan Crisóstomo, que consideraba las relaciones entre
hombres “contra natura”, lujuria y desenfreno sin una finalidad procreadora. O en el reino visigodo el rey Chindasvinto
(ciertamente un nombre que se las trae), que promulgó una ley que castigaba con
la castración las relaciones entre dos hombres.
Esa “tolerancia” nos lleva a investigaciones como la del
Boswell donde demuestra que se llegaron a bendecir uniones de personas del
mismo sexo, también en los reinos cristianos peninsulares, se producen
contratos entre dos hombres o entre dos mujeres por amor, que se puede
interpretar como una forma de matrimonio.
Es cierto que aunque existiera la condena, las relaciones
eran permitidas, sin embargo a partir de mediados del Siglo XII estas actitudes
tolerantes cambiaron drásticamente, con una gran represión por parte de la
Iglesia, se pasa del pecado al delito. Para Tomas de Aquino el propósito del
sexo era la procreación y la homosexualidad una desviación del orden natural establecido
por Dios.
En las documentaciones aparece la palabra “sodomía”,
asociando a las personas que mantenían relaciones con personas del mismo sexo
con herejes y de pecar contra-natura. Reflejado en también en las leyes civiles,
como por ejemplo en las Siete Partidas de Alfonso X, “Sodomítico dicen del
pecado en que cae los homes yaciendo unos con otros contra bondat et constumbre
natural”.
Otra cuestión es la hipocresía, de cómo se vivía en los
palacios y en las altas instancia eclesiásticas de forma privada. Como
curiosidad reflejar esos comentarios “maledicientes” sobre dos reyes
castellanos, ambos con estrecha relación con Jimena, hablamos de Juan II y
Enrique IV, su hijo, y las distintas formas de relaciones sexuales que podían
haber mantenido con mujeres y también con hombres.
En al-Andalus se presenta de forma diferente, aunque el Corán
y los textos religiosos sostenían actitudes negativas sobre la homosexualidad, no
eran prohibitivas. En general nos encontramos con una sociedad “tolerante” en
cuanto a la homosexualidad. Con la excepción de los intervalos en que
gobernaron los almorávides y los almohades, con vertientes más fundamentalistas
procedentes del Magreb.
Buena parte de la excepcional poesía andalusí, tiene un
claro contenido homoerótico. “¡Cuántas noches me han servido las copas las
manos de un corzo que me compromete!”. O las historias de los reyes,
conocidas abiertamente, como el califa omeya Abderraman II, el rey de taifa
sevillana al-Mutamid, los versos del Diwan del sultán granadino Yusuf III o las
curiosidad del califa cordobés al-Hakem II, que tuvo descendencia por primera
vez con una esclava vasca que se travestía como si fuera un efebo.
También en la poesía escrita por mujeres, como la de las
hermanas Ziyab de Guadix, se trata el amor entre mujeres con normalidad, como
cuando una de las hermanas vio a una esclava bañándose en el río y escribe: “Las
lágrimas revelan mis secretos en un río donde hay tantas señales de belleza”.
La Iglesia mantenía una serie de restricciones en los días
que estaba permitido las relaciones sexuales. Obviando como se demostrará más
adelante, que esto no lo cumplía ni Dios y valga la redundancia, haremos uso de
la calculadora para realizar un arduo cálculo de los momentos que se podía
permitir los actos sexuales, claro está para la Iglesia solamente con el propósito
de procrear nuevos creyentes. Y es que
si te salías de estas fechas podías tener hijos leprosos o epilépticos
El sexo estaba prohibido los miércoles, viernes y domingos. Sólo
por las noches. No se podía tener sexo en Cuaresma, tampoco 40 días antes de
navidad y los 40 días previos a la fiesta de Pentecostés. Ni 5 días antes de
comulgar ni un día después. Además estaban prohibidas las relaciones sexuales
en los días que se celebrara un santo.
Así que si sumamos los días de cuaresma, navidad y Pentecostés,
nos da un total de 120 días.
Sobre los santos pongamos un poco de imaginación y los
subimos a los 130.
Tirando de más imaginación
pongamos que comulgue de media una vez al mes, lo que nos da en los meses que
nos restaban otros 48 días a añadir la prohibición, ya llegamos a los 178 dias.
Ahora si a los 187 días restantes del año le quitamos los miércoles,
viernes y domingo, nos queda en unos 3 meses aproximado y siendo optimista.
Con esas cuentas tenemos que a Juan Crisóstomo, nacido en
septiembre, uno de los padres de la Iglesia, que se hace alusión al principio,
sin embargo sus padres tuvieron relaciones “en el periodo anterior a la navidad”.
De la misma forma nos encontramos que algunos de los Papas nacido en los Siglo
XIII y XIV, tiempos de mayor intolerancia, aunque sus padres no cumplieron las
reglas a rajatabla comprobando las fechas de nacimiento, lo dicho no lo cumplía
ni Dios.
Como curiosidad la referencia al Rey francés Luis IX el
Santo, porque este Rey si lo cumplía. Eso sí esperaba las fechas que estaba
permitido, ahora en esas fechas podía hacer el amor en cualquier sitio, en
cualquier momento y a cualquier hora. Cuestiones que llegaron a enfadar a su
madre, Blanca de Castilla, porque encontraba fornicando en su hijo donde menos
se lo esperaba. De tal forma que tuvo que crear una red de vigilancia con un
control riguroso para que no fuera pillado por su madre cuando de manera
honesta se entretenía en esos avatares con su señora esposa.
El “pobre” Rey, usando de nuevo la calculadora tenía pocos días
para aprovechar para hace el acto sexual con su esposa, eso sí lo aprovechaba
bien, cuentas esas lenguas maledicientes que al final le salía un porcentaje de
“uno” cada tres días si se contara en todo el año, el “pobre”.
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