sábado, 20 de junio de 2020

EL CAMBIO DE SEXO EN EL SOLSTICIO DE VERANO


Este sábado a las 23,44 horas se inicia el verano 2020, de manera que, en el hemisferio norte, tendremos el día más largo del año y su noche más corta. Aprovechando este momento prodigioso de nuestro calendario para brindarles un breve relato, espero que le guste.
EL CAMBIO DE SEXO EN EL SOLSTICIO DE VERANO
Javier se levantó muy temprano y dejó a María durmiendo plácidamente, ¡le gustaba tanto observarla mientras dormía!
Todas las señales indicaban que no sería un día normal, todo lo contrario, iba a ser un día verdaderamente diferente. De hecho, cuando se sentó en el borde de la cama se dio cuenta que se había apoyado primero en su pie izquierdo.  Aunque no era supersticioso, tenía esa extraña sensación que los hilos del destino a veces sufren sacudidas que producen grandes cambios en la vida.
No solo eso, cuando salía a pasear bien temprano,  aún no había amanecido, tres pájaros sobrevolaban por encima de las calles de su pequeño pueblo, en un vuelo perfectamente sincronizado, lo que llamó su atención. De esa forma se puso  a caminar con el rumbo de siempre, muy desazonado.
Cuando llegó a las ruinas llenas de vestigios arqueológicos se encontraba ensimismado, tan confuso en los primeros albores día, que tropezó con un trozo de un objeto que estaba enterrado. Cuando logró desenterrarlo se sorprendió porque representaba una figura humana de ambos sexos.
Completamente absorto se sentó en una piedra que contenía unos grabados de carácter muy antiguo. En sus manos daba vueltas y vueltas a la figura encontrada, recordando el mito de la antigüedad que decía que seres que contenían ambos sexos intentaron conquistar el Olimpo, y como el soberano Zeus, como castigo, los dividió con un rayo en dos sexos diferentes, masculino y femenino. Por ello siempre andamos buscando la mitad que nos falta.
Con ese pensamiento, sin darse cuenta, poco a poco fue cerrando sus ojos y quedose profundamente dormido. Los primeros rayos de sol comenzaron a aparecer, el objeto que tenía en sus manos desprendía un penetrante calor, que irradiaba por todo su cuerpo, entregándolo a sensaciones de desconocida procedencia.
Sentía una sed insondable y su cuerpo ardía y ardía. Ante su sorpresa levanto sus manos, dejando caer el objeto, cuando se dio cuenta que sus dedos eran más delgados y de menor longitud. Su asombro fue creciendo cuando al acercarla a sus labios las encontrara  tan suaves. También su cara, su pelo, era tan distinto, no reconocía lo que el sentido del tacto trataba de decirle y cuando bajó su vista... tenía unos hermosos senos de mujer
Lo que le hizo recorrer con sus manos cada uno de los rincones de su cuerpo, para comprender que era una mujer. Y las lágrimas surgían de una forma desconsolada, porque amaba a María con todo su corazón, ella era la principal razón para sentirse vivo, Tanto sufría que no sentía el calor del sol, hasta que exhausto quedó de nuevo dormido.
Cuando despertó, su cuerpo era de nuevo su cuerpo, había pasado unas pocas horas y aún herido por el sol no tardó en llegar a su casa. Abrazó a la mujer que amaba con tanta pasión y de una forma tan diferente a como lo había hecho tanta veces con anterioridad, descubriendo por vez primera algunos sus rincones ocultos que ni siquiera hubiera imaginado.

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