lunes, 4 de julio de 2022

LA HISTORIA DE ROMA CONTADA POR CUPIDO: RÓMULO Y REMO

 HISTORIA DE ROMA CONTADA POR CUPIDO

SEGUNDA PARTE: RÓMULO Y REMO

Cuando murió el Rey Proca de Alba Longa, le sucedió en el trono su hijo mayor Numitor, pero su hermano pequeño Amulio era muy celoso. Ya se puede imaginar lo que ocurre cuando son dos los que quieren el mismo reino, ¡no podía acabar bien!

Amulio expulsó a su hermano de Alba Longa y tomó la corona. No quedó solamente en eso, porque a Amulio era conocedor de una profecía que decía que sería asesinado por un descendiente de  su hermano Numitor. Ni corto ni perezoso hizo que mataran a sus sobrinos varones y que su sobrina Rea Silvia se convirtiera en virgen Vestal. Treinta años de obligado cumplimiento para la vestal, so pena de ser enterrada viva y quienes tuvieran relaciones sexuales con ella fueran golpeados hasta su muerte.

Se dice, se cuenta, se rumorea, que fue a recoger agua en un día de calor al río. Así que en la oscuridad de un eclipse solar, fue tomada por el Dios Martes, que solamente bajaba a la tierra para entretenerse con bellas mujeres o para organizar alguna guerra que otra. Para desgracia de Amulio, Real Silvia quedó en cinta, nada más y nada menos que de gemelos, Rómulo y Remo.

El enfado de Amulio fue monumental, encerró en una prisión a Rea Silvia y ordenó a sus sirvientes que ahogaran en el Río Tíber a Rómulo y Remo. Apenados y martirizados con la idea de tener que quitar la vida de las dos pequeños, los dejaron en una cesta para que la corriente del Tíber hiciera su trabajo y regresaron a casa de Amulio con las mejillas humedecidas.

Sin embargo la fundación de Roma tenía el beneplácito de los dioses y las parcas ya habían decretado el origen de la gran ciudad que dominaría el mundo conocido. De esa forma la improvisada cuna flotante, gracias a la intervención divina, quedó encallada en un lugar conocido por aquel entonces como las siete colinas.

Los romanos contaban a sus pequeños que una loba recién parida que había perdido a sus crías, al escuchar el llanto de los gemelos, no solo no le hizo daño, sino que se paró y acarició con el rabo a las crías y lamió sus cuerpos con su lengua. Ellos tiraron de las ubres y se alimentaron de la leche de loba.

No obstante tiene que saber que en realidad los encontró el pastor del mayor rebaño del Rey, llamado Fáustulo, que los llevó junto a su esposa Acca Laurentia para criarlos. Porque hay quienes dicen que Laurentia era una prostituta entre los pastores llamada loba, de ahí procede la maravillosa tradición.

Fuere como fuese se criaron fuertes y apuestos con la leche de la loba. Tal como crecían cuidaban su rebaño y atacaban a los ladrones para repartir el botín entre los más pobres. Hay quienes dicen que ellos mismo eran quienes encabezaban un grupo de forajidos y repartir, eso de repartir, en fin: “cosas de la juventud”.



De esa época nos llegan las fiestas lupercales de febrero, en las que jóvenes hombres, casi desnudos, perseguían a las mujeres golpeándolas con tiras de piel de cabra para procurarles la fertilidad

Con tanta “travesura”, su leyenda llegó hasta Numitor, su abuelo, el rey derrocado de Alba Longa. Fáustulo le explicó que esos gemelos eran sus nietos, los hijos de Rea Silvia. Los dos hermanos gemelos cumplieron su profecía y mataron a su tío Amulio, ocupando el trono de nuevo su abuelo Numitor y regresaron a las siete colinas para fundar una nueva ciudad.

Como eran gemelos y no se sabía quién había nacido primero, cada uno de ellos ocupó una colina: Remo la colina de Aventino y Rómulo la de Palatino, esperando el vuelo de los buitres en una colina u otra como símbolo de buenos augurios.

A través del rumor de las aguas del Tíber, les susurré una historia a los gemelos, avisándole de los peligros del uso los buitres carroñeros como símbolos de presagio. Ocurrió en un pueblo antiguo al sur del sur de Iberia, unos buitres sobre volaban un hermoso paisaje con su vuelo majestuoso, quedé sobrecogido y un anciano del lugar que se encontraba por allí me dijo señalando los buitres: "están esperando que caía muerto por mis largos años para venir a alimentarse con mi cuerpo". Rómulo y Remo, impetuosos, por su juventud, no lo tuvieron en cuenta.  

Rómulo eligió la colina del Palatino como lugar de observación y Remo la del Aventino. Se dice que el primero en avista Buitres fue Remo, ya que vio volar 6 buitres por lo alto de la colina elegida antes que nadie. Momentos después, Rómulo vio hasta 12 buitres en la colina del Palatino. Cada uno fue saludado como rey por sus seguidores, uno por ser el primero en ver los buitres y el otro por ver el mayor número de ellos.

Como es normal general en muchas cuestiones de la vida, decidieron que la tamaño importa, así que Rómulo ordenó uncir dos bueyes blancos, excavaron un surco y construyeron las murallas jurando matar a quienquiera que la cruzase. Remo, que no había aceptado la derrota, pegó un puntapié y destrozó un trozo de muralla al saltar sobre ella. Rómulo de un impulso, fiel a su juramento, lo mató con una pala que había usado en la construcción. Si tenemos en cuenta que el monte Palatino tiene un diámetro de dos kilómetros, no es nada una pequeña parte de muralla, pero un juramento era un juramento, aunque matase a su propio hermano, encima gemelo.

La ciudad dio a llamarse Roma, en honor a Rómulo su primer Rey. Todo esto ocurrió el 21 de abril de año 753 antes de Jesucristo. Y los romanos contaron los años a partir de ese día, “ad urbe condita”.Así lo transmitían los papas y mamas romanos a sus hijos. Desde esas siete colinas llevaron su lengua, su cultura y sus leyes por todos los rincones del mundo conocido.

Pero volvamos a ese primer día, Rómulo y sus fieles seguidores tenía un problemas... “eran todos solteros y no había mujeres”, aunque como resolvieron esta cuestión nos llevará a la tercera parte de esta historia, eso lo dejamos para la próxima ocasión.

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